Nose porque me pongo a escribir, será que ¿ya no tengo en donde más expresarme? Estoy tan triste, tan deprimida. Hoy me acordé de cuando era chica y mi tía me contaba el cuento de cenicienta, la princesa busca a su príncipe azul y el príncipe se enamora de ella y viven felices por siempre. Pero yo sabía, que a la larga o a la corta, los príncipes azules no existen y que el “por siempre” es una simple ironía. Por eso un día me puse a pensar que yo nunca me iba a proponer encontrar a ese príncipe azul. Un día me encontró, pero no un príncipe, sino un payaso. Y no bailamos hasta las 12, sino que nos besamos infinitamente. Cuando estábamos juntos, no existía el tiempo. Estar abrazada a su cuerpo, era lo que hacía bailar a mi corazón. Juntos encontramos un mundo inmenso, pero lo más lindo de ese mundo, es que éramos solamente el & yo, no vivía ni entraba nadie más ahí. Dicen que muy pocos se enamoran, yo me enamoré de ese payaso y muy orgullosa estoy de eso. Le di todo. Lo que tenia y hasta lo imposible, por el iba mas allá de mis limites, no existía nada más que él. El amor enceguece y enferma, pero solo el verdadero amor. Ese payaso era el único en mi vida, era el único hombre y sin dudas, el único payaso, ¿no? Pero en fin, era un cuento demasiado hermoso para ser real, y lamentablemente en el habíamos escrito ese puto “Para Siempre”. Me seguí enamorando, cada día más y más hasta con el paso del tiempo logre amarlo de una manera única. Me volví dependiente de ese amor enfermizo, pero al fin y al cabo, me hacia taan feliz. Nada era más lindo que estar con él, no tenía comparación su amor. Pero un día lo perdí. La culpable tal vez fui yo, o tal vez fue el, o tal vez fuimos ambos o tal vez nadie tenía la culpa. ¿Quién sabe, no? El problema es que me arrebataron ese mundo hermoso, el conflicto era que me robaron al amor de mi vida y la única solución era ahogarme en llanto, no quedaba otra. Él aún es el hombre de mi vida, de él aún me sigo enamorando y él aún me sigue lastimando. El problema de este cuento es que nunca le pusimos final a esa historia de amor. No sé si no se lo ponemos porque el amor no tiene final o porque esta historia quiere seguir. Yo, ya no sé cómo vivir sin él. Él, aprendió a vivir sin mí. A mí nadie me enseñó cómo olvidar, a él lo hicieron olvidarse de mí. Hoy estoy sola, sin un cuento y sin una hoja en donde volver a comenzar. Esa historia está perdida. Yo sé que si viene él y me pide de una manera sincera que busquemos juntos NUESTRA historia, yo sé que lo voy a hacer, ¿pero mientras tanto? Él escribe otra historia y yo con el lápiz en mano, no sé cómo escribir. El amor es así, pero depende de nosotros, dejarnos enamorar, dejarnos confiar y entregarnos en cuerpo, alma, mente y corazón a esa persona que nos promete el famoso “Para Siempre”
....ún autenticamente camila...
domingo, 10 de enero de 2010
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